Para Madres Y Padres


  MINISTERIO DE NIÑOS Y NIÑAS FELICES


La Felicidad En La Educación

"Lo mejor y lo más hermoso de este mundo no puede verse ni tocarse... pero se siente en el corazón".
Helen Keller

Hoy comienzo, ilusionada, a colaborar en este espacio virtual de nuestro colegio con la intención de que reflexionemos juntos sobre la educación.
Educación entendida como proceso de formación y crecimiento personal que dura toda la vida y asumida, como responsabilidad a nivel personal y a nivel de padres/madres o educadores.
Para mí, crecimiento personal y felicidad, van de la mano y creo que es imprescindible que desde el hogar y desde la escuela, atendamos a que cada niño y cada niña sea feliz.
Para ello es importante que se escuche a sí mismo/a. Así, de esta forma puede descubrir sus inquietudes, sus necesidades, sus sueños, lo que verdaderamente le apasiona. Tú, como madre o padre puedes ayudarlo/a a que se marque metas (adaptadas a su momento y a su edad) para conseguir este propósito personal e incluso para encontrarlo, si tuviera dificultad en ello.
Es clave también, que entienda que la felicidad es una cuestión de actitud, de valorar todo lo que tiene en lugar de focalizar la atención en lo que le falta. Asimismo, le será de mucha ayuda en su vida, que le hagas ver la importancia de ser agradecido/a, y que sepa lo privilegiado/a que es . No todos los niños/as del mundo gozan de una vida como la suya.
Enséñalo/a a disfrutar cada momento. Si lo/a llevas a la playa o al campo, que sienta el calor del sol, la brisa del aire... todo lo que la Naturaleza le regala y muy conveniente también que sea consciente de todos los gestos de afecto y cariño que recibe. Así, conseguirás que aprenda a valorar los pequeños detalles en su día a día y a descubrir la felicidad en ellos y no tanto en lo material.
Una experiencia muy especial en la infancia es colaborar con causas justas, pues le regala la alegría que se siente al ayudar.
Al finalizar el día y despediros, es una buena idea compartir en familia "los momentos felices" de la jornada. Te sorprenderá, cuántos es posible encontrar si te paras a anotarlos.
Y para terminar, me encantaría que te hicieras a ti mismo/a esta pregunta:

¿Qué puedo hacer yo, para llevar más felicidad a la relación que tengo con mi hijo/a?

Para seguir con el tema:

"El arte de encender los ojos", artículo de José María Toro, extraido de su libro Educar con "Co-razón"(donde ponga maestro/a sustitúyelo por padre/madre).

Ana María Rodríguez Novoa


La Paz Llega Por Ti y Por Mí



"Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera".
Albert Einstein

Es duro encarar las noticias de los distintos medios de comunicación: pugnas raciales, conflictivos religiosos y guerras sin sentido que separan a unos pueblos de otros.
Difícil explicarnos cómo podemos llegar al aprendizaje del odio, qué contextos creamos o ayudamos a existir que nos llevan a olvidar la auténtica esencia del Ser Humano.
Ante esta avalancha de violencia activa mundial: ¿Qué podemos hacer?
Quizás creyendo que estamos fuera y lejos de ella, estemos ayudando a mantenerla.
Soy de los/as que piensan que en todo aquello que puedo ver, algo estoy poniendo. Si la violencia se presenta ante mí, es por qué yo puedo hacer algo para que se disipe.
Por eso siento que la superación de las raíces de la violencia, parte de mí misma, de un compromiso consciente que me responsabiliza con acciones que dan sustento a la Paz.
No esperar que el mundo esté en Paz para que yo lo esté, sino trabajar en mi Paz personal para contribuir a la Paz mundial: vivir en Paz conmigo misma, con mi gente, con mi entorno (que, por cierto, es el mundo entero...)
De dentro hacia afuera...
Con la intención de sensibilizar a los más pequeños/as de la casa y darles pautas sanas para relacionarse, comparto contigo esta práctica, agradeciendo, desde aquí, a Juan Vaello, ponente de Jornadas de Formación para Equipos Directivos y autor del libro Como dar clase a los que no quieren, por hacernos más fácil a través de gestos sencillos pero ejemplificadores, la vida en el día a día en los colegios.
A petición personal o a petición de las familias, comienzan a dialogar entre ellos/as, pero bajo mi tutela, los/as implicados/as en algún conflicto. En este diálogo cada niño/a, cuenta "su verdad" y expresa como se siente. A partir de aquí con una pregunta que los/as involucra directamente en la solución del problema, llegan a un compromiso que escriben y firman individualmente, para terminar con un seguimiento, cierto tiempo (variable según la situación), durante el cual se comprometen a buscarme a diario (en el caso de que no sean de mi tutoría) para decirme que todo va bien. En este acto, casi simbólico, se responsabilizan de sus acciones, autorregulan su comportamiento y se hacen conscientes de que son protagonistas y creadores/as de la Paz de "su mundo".
Tener como madre/padre una dinámica que estructure la solución de los conflictos que surgen entre hermanos/as o amigos/as te ayuda a generar una vida de Paz desde tu hogar.

Y para terminar, me encantaría que te hicieras a ti mismo/a esta pregunta:

¿Qué puedo hacer yo, para llevar más Paz a la relación que tengo con mi hijo/a?

Para seguir con el tema:

Te invito a la reflexión de este fragmento del libro La Ira, El dominio del fuego interior de Thich Nhat Hanh, un monje vietnamita.

"... si tu casa se está incendiando, lo más urgente es volver a ella e intentar apagar el fuego, y no echar a correr detrás del que cree que la ha incendiado, porque si lo haces, tu casa se quemará mientras te dedicas a atraparle. Y eso no es actuar prudentemente. Debes regresar y apagar el fuego. O sea, que cuando estás enojado, si sigues relacionándote o discutiendo con la otra persona, si intentas castigarla, estás actuando exactamente como alguien que se pone a perseguir a un pirómano mientras su propia casa está ardiendo".

Ana María Rodríguez Novoa



La Comunicación Afectiva Y Efectiva



"Quien quiera enseñarnos la verdad que no nos la diga. Que nos sitúe de tal modo que la podamos descubrir nosotros mismos".
José Ortega y Gasset

Durante estos días he reflexionado sobre la calidad de la comunicación entre las personas y muy especialmente en cómo lograr buena comunicación entre padres/madres e hijos/as.
Una buena comunicación en la familia consigue crear un ambiente acogedor y seguro para todos los miembros de la misma. Para ello, tal vez, te puedan ayudar estas pautas basadas en la Inteligencia Emocional y en los principios de comunicación efectiva.
En un primer momento, cuando tu hijo/a quiere hablar contigo, es importante que dejes de lado lo que estás haciendo para que sienta que le prestas atención y que lo que tiene que decirte es importante.
Cuando esté hablando, no lo interrumpas, deja que se exprese con libertad en relación a todos los temas que le preocupan, y pon atención a lo que te comunica de manera no verbal: su mirada, sus gestos, su postura, su tono de voz... y, por supuesto, a toda la información que puedes  estar dando tú en este sentido. A veces no hay coherencia entre lo que decimos y lo que trasmitimos y esto va a estar presente dificultando el entendimiento.
Sé paciente en la escucha, a veces, con la intención de incidir educativamente en la conducta se actúa de forma precipitada y esto puede llevar a que tu hijo/a se cierre y dé por terminada la conversación.

Es importante aceptar que todos/as tenemos una parte de verdad y por eso en temas que no sean trascendentes conviene no querer llevar siempre la razón como adulto, pues de forma implícita podemos estar transmitiendo que comunicarse aquivale a enfrentamiento.

Escucha de forma empática, poniéndote en su lugar, tratando en todo momento de contactar  con sus emociones y sentimientos, y no dudes tampoco en expresarle todo lo que sientas, pues estos gestos te llevan a  un verdadero entendimiento.

En temas conflictivos o situaciones problemáticas es importante evitar los juicios de valor y expresar ,en cambio, de forma clara ,el comportamiento que te preocupa o molesta. Es conveniente en este momento que le hagas ver que te sientes mal ante esa conducta y sugerirle el comportamiento que esperas de él/ella. No es lo mismo decirle que es un/a vago/a por estar dos horas delante del ordenador que hacerle ver que lleva dos horas delante del ordenador, que mañana tiene que entregar un trabajo, que estás preocupado/a por ello y que le agradecerías mucho que se responsabilizara de su tarea.

En momentos de comunicación serena, elógialo/a, felicítalo/a y ponte en sintonía con él/ella a través de gestos amigos, miradas cómplices y detalles afectivos, todo esto crea vínculos fuertes que ayudan a pasar mejor por los momentos de desencuentro.

Y por encima de todo cree en ti, en él/ella y en el poder de una comunicación auténtica.

Y para terminar me encantaría que te hicieras a ti mismo/a esta pregunta:

¿Qué tres actitudes podrían mejorar la comunicación con mi hijo/a?

Para seguir con el tema:

Te sugiero la lectura del libro, para mí, de cabecera, Taller de Amor: Escuela de Almas de Raimon Samsó, en el que se valoran las relaciones personales, como lecciones valiosas para un mutuo aprendizaje.

Ana María Rodríguez Novoa

Cambio Yo, Para Cambiar Mi Mundo



Hoy, partiendo de nuestro paradigma "Cambio yo, para cambiar mi mundo", he impartido una ponencia a vuestras familias, dentro del programa de Escuela de Madres/Padres del colegio.
La intención era darles a conocer los fundamentos del programa de Inteligencia Socio-Emocional que llevamos trabajando todo el curso, para lograr un tránsito positivo a vuestro nuevo centro escolar.
La experiencia, súper agradable, pues hemos reflexionado conjuntamente sobre las claves de nuestra Educación para la Vida.

También como madres/padres y como maestros/as, nos planteamos cambiar nosotros/as para que cambie nuestro mundo.

Aunque este rincón es vuestro, me ha encantado saber que lo estáis compartiendo con ellos/as, por eso les voy a dejar aquí algunas ideas de lo que hemos comentado.

Como madres/padres:
  • En primer lugar recordar que tenemos derecho a tener nuestro espacio y a disfrutar de "nuestro momento de silencio y soledad".
  • Es importante que clarifiquemos y consensuemos, nuestros valores familiares, para que cuando nuestros/as hijos/as tengan que elegir lo hagan teniéndolos en cuenta.
  • Cuando elegimos, corremos el riesgo de equivocarnos, sin embargo el peor error que podemos cometer es no permitirnos el derecho a equivocarnos y aprender de nuestros errores. Permitámoslo en nuestros/as hijos/as y en nosotros/as.
  • Es fundamental que observemos de forma consciente nuestros pensamientos y nuestro lenguaje cuando nos hablamos y ayudar a nuestros/as hijos/as para que sigan haciéndolo.
  • Soñemos "a lo grande" y compartamos nuestros sueños con nuestros/as hijos/as y, ¡a por ellos!, podemos hacer nuestros sueños realidad.
  • Afiancemos su autoestima siendo sus mayores seguidores, acompañándolos y apoyándolos en sus iniciativas, así, además, incentivamos su creatividad.
  • Planificar y organizar nuestra semana y ayudarlos/as a planificar y organizar la suya, valorando los esfuerzos que hacen y los resultados de este proceso.
  • Comprometernos con nuestro cuidado personal en los cuatro ámbitos: físico-energético, mental, socio-emocional y espiritual y ser modelos para que ellos/as aprendan hábitos saludables.
  • Comprometernos con hacer de éste un Mundo Mejor, consensuando y compartiendo estos compromisos con nuestros/as hijos/as .

Agradeceros, de nuevo, desde aquí vuestra asistencia y participación.

Seguimos en contacto para lo que necesitéis.

Ana María R. Novoa

Sueños




"El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de  vivir sus sueños."
Paulo Coelho

Iniciamos nuevo curso escolar y nuestros/as hijos/as continúan con su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Preparando los primeros momentos de este encuentro, he reflexionado sobre la importancia de relacionar la educación con lo que realmente apasiona a nuestros niños y a nuestras niñas, con lo que los mueve, con sus sueños, pues creo que esto es de gran ayuda para conseguir una verdadera involucración en su tarea y para que vean el sentido de su esfuerzo diario como parte de su camino de vida.
Importante porque de alguna manera al estar conectados a sus sueños van marcando el rumbo de su vida en función de lo que los/las hace felices. Esto además suele llevar aparejado que el tiempo cuando se esfuerzan se va sin que se den cuenta y este esfuerzo no lo es tanto, al estar en contacto con lo que de verdad les gusta. De alguna manera, estamos potenciamos que se entreguen a lo que hacen no sólo en beneficio de ellos/as, pues esto repercute en  el mundo que los rodea ya que no dudamos en poner al servicio de los demás todo lo que da sentido a nuestras vidas.
Otro aspecto positivo de relacionar sus sueños con su día a día es que ayuda a que se centren. Curiosamente cuando están implicados/as en alcanzar sus sueños viven mucho el presente y en cambio, no estar en contacto con ellos, hace que estén sumidos/as en una continua ensoñación, lo que los/as lleva a estar dispersos/as y a no vivir “aquí y ahora”.
Pero ya sabemos que la mejor manera de transmitir algo es con el ejemplo, así que es importante que nosotros/as como padres y madres, también soñemos.
Es posible que ya lo hagas o tal vez te hayas olvidado.
Si éste es el caso, para reencontrarte con todo lo que en algún momento querías conseguir quizás te vengan bien estas preguntas:

¿Qué es lo que quiero que ocurra en mi vida?

¿Qué es lo que la Vida quiere de mí?

Ya en contacto con lo que te gustaría lograr, es importante que lo compartas con tus hijos/as, de esta forma estás creando un clima de confianza y respeto para que ellos/as compartan contigo sus inquietudes y anhelos.
Yo desde aquí te animo a que jamás dejes de soñar y a que lo hagas a lo grande, pues verte a ti como padre/madre ir tras tus sueños hace que tu hijo/a crea en los suyos.
Para seguir con el tema:
Te dejo con Elsa Punset que nos comenta cuatro claves para cumplir nuestros sueños.





Ana María R. Novoa

En Sintonía




"No existe una mejor prueba del progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación".
John Stuart Mill

Fábula De La Tortuga Y La Liebre:  Versión actualizada.

 Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.

Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.

Pero la historia no termina aquí:

La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.

Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.

Pero la historia tampoco termina aquí:

Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.

Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.

Pero la historia tampoco termina aquí:

El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquélla que habían experimentado en sus logros individuales.

Moraleja:  Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.

Martín Olivera

¿Cómo podemos crear sintonía en la relación que tenemos con nuestros hijos y nuestras hijas para que aporten y aportemos desde nuestras capacidades y habilidades personales y desde la singularidad que nos caracteriza?

¿Cómo puede incidir esta sintonía en mejorar su proceso de aprendizaje y crecimiento personal?

Ana María R. Novoa