"El ave canta, aunque la rama cruja, porque conoce lo que son sus alas." José Santos Chocano
Hoy jornada de reflexión sobre nuestro Proyecto Educativo, dinamizada por Virginia, compañera de Equipo Directivo.
La pregunta que da título a esta entrada, tras leer la cita del poeta peruano José Santos Chocano y la poesía que comparto a continuación, siguen haciéndome meditar sobre mi práctica educativa.
Hoy jornada de reflexión sobre nuestro Proyecto Educativo, dinamizada por Virginia, compañera de Equipo Directivo.
La pregunta que da título a esta entrada, tras leer la cita del poeta peruano José Santos Chocano y la poesía que comparto a continuación, siguen haciéndome meditar sobre mi práctica educativa.
¡Gracias!
En Cambio El Cien Existe
El niño
está hecho de cien.
El niño tiene cien lenguajes
cien manos
cien pensamientos
cien maneras de pensar
de jugar, de hablar.
Cien, siempre cien
maneras de escuchar
de maravillarse
de amar
cien alegrías
para cantar y entender
cien modos
de descubrir
de inventar
cien modos
de soñar.
El niño tiene
cien lengujes
y ciento más
pero le roban noventa y nueve.
La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.
Le dicen al niño
que piense sin manos
que trabaje sin cabeza
que escuche y que no hable
que entienda sin alegría
que ame y se asombre
pero en Pascua y Navidad.
Le dicen al niño:
que descubra el mundo que ya existe
y de cien
le quitan noventa y nueve.
Le dicen al niño:
que el trabajo y el juego
la realidad y la fantasía
la ciencia y la imaginación
el cielo y la tierra
la razón y los sueños
son cosas
que no están unidas.
Le dicen, en resumen,
que el cien no existe
Pero el niño exclama:
¡Qué va, el cien existe!
El niño
está hecho de cien.
El niño tiene cien lenguajes
cien manos
cien pensamientos
cien maneras de pensar
de jugar, de hablar.
Cien, siempre cien
maneras de escuchar
de maravillarse
de amar
cien alegrías
para cantar y entender
cien modos
de descubrir
de inventar
cien modos
de soñar.
El niño tiene
cien lengujes
y ciento más
pero le roban noventa y nueve.
La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.
Le dicen al niño
que piense sin manos
que trabaje sin cabeza
que escuche y que no hable
que entienda sin alegría
que ame y se asombre
pero en Pascua y Navidad.
Le dicen al niño:
que descubra el mundo que ya existe
y de cien
le quitan noventa y nueve.
Le dicen al niño:
que el trabajo y el juego
la realidad y la fantasía
la ciencia y la imaginación
el cielo y la tierra
la razón y los sueños
son cosas
que no están unidas.
Le dicen, en resumen,
que el cien no existe
Pero el niño exclama:
¡Qué va, el cien existe!
Loris Malaguzzi
Ana María R. Novoa
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